De vuelta a la cruel realidad

Y así no mas fué, hoy volví a mi triste realidad, de vuelta a la rutina, al trabajo, a separarme de mi hijito bello. Y tengo ganas de llorar, no quiero estar aqui, quiero estar en mi casa, con mi hijo, quiero hacer una pataleta de aquellas!!...Pero bueno, solo me queda asumir que así es la vida, y pensar que estos dias libres los aproveché 100%, pude descansar, y eso lo evidencia los kilos de mas que logré subir. Pude disfrutar de mi hijo y pasear mucho.

De vacaciones

Descansando. Disfrutando de mi marido y de mi hijito precioso. Haciendo cosas divertidas. Visitando gente importante para mi. Durmiendo lo mas que pueda. Feliz.

"A orillas del río Piedra me senté y lloré"

 
Ayer como no habia mucho trabajo tuve tiempo de leer éste libro, una novela romántica de Paulo Cohelo que habla de amor adolescente, de sacrificio, y también de religión...Me gustó mucho, me hizo botar unos cuantos lagrimones.....Acá algunos estractos que me encantaron:

“Es necesario correr riesgos, decía. Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. Pero quien presta atención a su día, descubre el instante mágico, en un instante de silencio después de almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

    La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones..., pero todo es pasajero y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

    Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás —porque siempre miramos hacia atrás – oirá que el corazón le dice: “¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días?, ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.”

    Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado.”

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    “A veces nos invade una sensación de tristeza que no logramos controlar, decía él. Percibimos que el instante mágico de aquel día pasó, y que nada hicimos. Entonces la vida esconde su magia y su arte.

   Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día, y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz.

   Ese niño que fuimos un día continúa presente. Bienaventurados los pequeños, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

   Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.

      Existen muchas maneras de suicidarse. Los que tratan de matar el cuerpo ofenden la ley de Dios. Los que tratan de matar el alma también ofenden la ley de Dios, aunque su crimen sea menos visible a lo ojos del hombre.

    Prestemos atención a lo que nos dice el niño que tenemos guardado en el pecho. No nos avergoncemos por causa de él. No dejemos que sufra miedo, porque está solo y casi nunca se le escucha.

    Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia. Ese niño sabe que un día es diferente de otro.

   Hagamos que se vuelva a sentir amado. Hagamos se sienta bien, aunque eso signifique obrar de una manera a la que no estamos acostumbrados, aunque parezca estupidez a los ojos de los demás.

    Recuerden que la sabiduría de los hombres es la locura ante Dios. Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, nuestros ojos volverán a brillar. Si no perdemos el contacto con ese niño, no perderemos el contacto con la vida.”

Libros

Hace poco leí el libro "Bésame mucho", del pediatra Carlos Gonzalez, me gustó mucho, aunque no seguiría al pie de la letra todo lo que dice, lo encontré un poco extremista sobre todo en los ejemplos, de todas maneras sirve mucho para entender aun más el comportamiento de los niños pequeños y alienta a ponernos el los pequeños zapatitos de nuestros hijos.
Ahora estoy leyendo "Educar las emociones", de la doctora Amanda Céspedes...En principio son muchas definiciones, luego explica cómo entender las emociones, el caracter y temperamendo de los niños. Todavía no lo termino, pero se que me va a servir mucho a medida que Davicito vaya creciendo.
Quiero leer "Un año para toda la vida", también es del doctor Gonzalez, pero no lo he encontrado, ojala pueda leerlo pronto.

Fin de semana de pelicula

Al final este fin de semana no fuimos de paseo, pero vimos tres películas muy buenas...A petición de Eliana, "Mi villano favorito", luego a petición de Andrés, "Megamente", y después "Iroman"....Lo curioso de todo esto es que las tres películas tenían algo en común, malos que se convertían en buenos...Será algún mensaje subliminal?....jajaja....Na'...Si yo soy más buena que el pan!

Eh eh eh!!

EH EH EH!!....Por fin viernes!!, i love friday!

Mañana estaremos solitos con David, aprovecharemos de descansar, Andrés trabajará durante el día y en la tarde irá a buscar a Elianita....Ojala el domingo podamos hacer algo entretenido, como ir al zoologico o a la piscina...Ahí veremos....i'm happy!!!!!

Odiando

Odio la monotonía, odio la estupidez de la gente, odio la estreches de mente, odio la injusticia, odio el abuso de poder, odio el maltrato infantil, odio el cinismo y las mentiras, odio mi falta de pasión, odio mi cuerpo, odio mi cara, me odio.

Tengo una angelita en el cielo

Deben ser las fiestas de fin de año, en donde una se pone media melancólica, porque me he estado acordando de mi perdida, de mi angelita que se fue al cielo; de mi hija, la que hoy tendría mas de tres años. A veces pasa un buen tiempo en que no recuerdo esa pesadilla, pero en días como hoy la tengo mas presente que nunca....Claro que ahora que está David la miro con otros ojos, desde fuera, desde la reconciliación, sip, la reconciliación con Dios, con el destino, con los médicos, con mi cuerpo, conmigo misma. Digo angelita, porque con Andrés pensamos que era niña. Recuerdo que cuando me tome el examen de sangre y salió positivo, lloré...lloré porque si, porque con Andrés llevábamos solo meses de pololeo, porque yo estaba estudiando, porque amaba mi trabajo, porque me sorprendió el resultado, me asusté, si se suponía que yo no podría tener hijos y al pasar un mes de dejar las pastillas ya había quedado embarazada, y lloré. Cuando fuimos a tomarnos la ecografía de las 12 semanas, el doctor comenzó a buscar las lucesitas rojas que habíamos visto en la primera eco, que eran los latidos y no las encontró, yo tampoco las vi, solo vi la cara del doctor y ahí supe que algo no andaba bien, luego él dijo algo así como que el corazón del bebe había dejado de latir, que eso pasaba a veces y bla bla bla bla....Yo solo alcancé a escuche eso, el balde de agua fría que sentí caer en mi espalda no me dejó seguir escuchando, no comprendía que estaba pasando, porque el doctor decía todo eso, que hice mal?, me habré golpeado?, habré comido algo indebido, o alguna fuerza mal echa?, o era mi culpa?, si, Dios me había castigado por haber llorado cuando supe que estaba embarazada. El doctor llenó una orden para una nueva ecografía, y si se confirmaba el diagnostico, Aborto retenido de 12 semanas, que me hospitalizaran en dos días mas para hacerme un legrado, y nos despachó....Al salir de la consulta, recién ahí caí en razón, y con Andrés nos abrazamos y lloramos mucho, al llegar a mi casa, mi mamá también lloró mucho, y lloramos esos dos días, hasta que me hicieron el legrado. Fue una experiencia horrible, pensé que me moría de pena, pero no, aquí estoy, entera, reconciliada y agradecida de la vida. Todavía duele recordarlo, pero solo un poco, cada vez menos.

Deseos

quiero que David siga creciendo sano y lindo como hasta ahora

quiero re-enamorarme de Andrés

quiero bajar de peso

quiero cambiarme de trabajo

quiero arreglar mi casa

quiero que mi mamá sea feliz

quiero estabilidad económica

quiero paz, amor y armonia en mi hogar

quiero descansar mas

quiero reir mas

quiero mas tolerancia, paciencia.